martes, 25 de septiembre de 2007

LO QUE FUE ILEGAL SIGUE SIENDO ILEGAL

La derecha alemana y las sombras de su pasado pro –nazi

El pasado 1 de abril del 2007 murió Hans Filbinger a la edad de 93 años. Había sido entre 1966 y 1978 ministro – presidente (gobernador) del estado de Baden – Württemberg. En 1978 se vio obligado a renunciar a su cargo, debido a su actuación como juez militar durante el Nazismo.

Los hechos

Filbinger había nacido en 1913 en Mannheim. En los años 30 se unió primero a la SA (fuerza de choque callejera del Nazismo), posteriormente a una asociación de estudiantes nacionalsocialista y en 1937 ingreso al Partido Nacionalsocialista. Historiadores militares describen a este jurista como un „hombre ambicioso que quería hacer carrera“
Como jurista se integro a la justicia de la Marina de Guerra de la Alemania nazi. Existen pruebas que en tres ocasiones, por lo menos, Filbinger actuó por convicción ideológica, ya que los dos hechos ocurrieron poco antes del final y después de finalizar la segunda guerra mundial. (Inf: 08 de mayo de 1945).
En el primer caso se trata del marinero Walter Gröger, que había desertado en Oslo en 1943. Filbinger, como representante de la fiscalia, solicito para el desertor la pena de muerte. Y ordeno la ejecución del marinero el 16 de marzo de 1945, pocas semanas antes de la rendición del régimen hitleriano.
En abril de 1945 condeno a otros dos marineros a la pena capital por haber desertado. Ambos salvaron su vida al poder escapar de la prisión militar en las ultimas semanas de la guerra.
Posteriormente fue tomado prisionero por tropas británicas y enviado a Noruega. Para mantener la disciplina en los campos de prisioneros, los británicos reinstalaron allí la justicia militar alemana.
El 29.05.1945 Filbinger condeno al soldado Kurt Petzold a seis meses de prisión por haber insultado en estado de ebriedad a su jefe de batería como „perro nazi“ y haber desprendido la cruz gamada de su uniforme. Filbinger justifico su condena alegando que el soldado Petzold había demostrado una „actitud de disolución ideológica“ en su agresión.
A pesar de estos antecedentes Hans Filbinger, como muchos otros juristas civiles y militares implicados en el Nazismo, pudo continuar su carrera tras ser liberado por las tropas de ocupación.
En 1951 se suma a la CDU (la democracia cristiana) y en 1953 es elegido concejal en Freiburg.
Posteriormente es llamado a integrar el gabinete provincial. En 1966 se hace cargo del puesto de ministro –presidente de la provincia, sucediendo a Kurt Georg Kiesiniger, otro ex-funcionario de los nazis que hizo carrera en la RFA.
Durante mas de una década gobernó este estado, haciendo hincapié en la fusión de sus dos partes Baden y Württemberg.
En 1978 el escritor Rolf Hochhuth en una obra de teatro hizo accesible al gran publico el triste pasado de Filbinger. Filbinger en un principio negó toda participación en las causas judiciales citadas anteriormente y llego a querellar a Hochuth por la calificarlo „jurista terrible“.
Uno de sus opositores de la época, el socialdemócrata Eppler, lo califico como un „jurista con una patológica conciencia limpia“.
Finalmente y acosado por la dirección nacional de su propio partido renuncio a su cargo en agosto de 1978. En el debate posterior, Filbinger afirmo: „Lo que en ese momento fue legal, hoy no puede ser ilegal“. De esta manera el y otros querían reafirmar la continuidad y conexión entre la Justicia del III. Reich y la Rep.Fed. de Alemania.
Con el fin de rehabilitar su nombre Filbinger creo un centro de estudios: „Weikersheimer Kreis“. Desde allí trato de convencer a la opinión publica que las acusaciones contra él eran obra de la Stasi, la seguridad del Estado de la ex- Rep. Democratica de Alemania. Con el tiempo este centro de estudios devino en lugar de encuentro entre el ala más conservadora de la democracia cristiana y el extremismo de derecha. Regularmente personas y organizaciones catalogadas por la oficina de Protección de la Constitución como extremistas de derecha y antidemocráticas utilizaban las instalaciones del centro de estudios. Los contactos de Filbinger hicieron posible que el „Weikersheimer Kreis“ contara con financiamiento de la oficina federal de formación política.
El caso Filbinger abrió el debate sobre el comportamiento de la Justicia en la Alemania del Nazismo, especialmente en lo referido a las penas impuestas por la justicia militar en los casos de deserción.
En 1991 la Justicia de la RFA comenzó a indemnizar a las victimas de la justicia nazi, En 1995 la Corte Federal califica a la Justicia militar de la época nazi como „Justicia del Terror“ y describió a los jueces implicados que después sirvieron a la Justicia de la RFA como „jueces manchados con sangre que deberían haber asumido su responsabilidad por su violación del Derecho ante un tribunal“. En julio del 2002 finalmente se anularon todas las sentencias penales de la Justicia del Nazismo.
Durante todos estos años Filbinger siguió siendo el presidente honorario de su partido en la provincia y represento al mismo en varias ocasiones en la Asamblea Parlamentaria, que cada cuatro años elige al Presidente de Alemania.
Al cumplir 90 años en 2003, el gobierno provincial organizo una recepción oficial para Filbinger cerca de Stuttgart. La misma estuvo acompañada por protestas, las mismas que habían impedido la realización de una recepción oficial en la ciudad de residencia de Filbinger, en Freiburg.
En 2004 hubo criticas de los partidos socialdemócrata, verde y de los ex-comunistas por el hecho de que el parlamento de Baden-Württemberg lo eligió en forma unánime para representar a la provincia en la Asamblea Parlamentaria. El Comité Central de los Judíos en Alemania (la DAIA local) también elevo su voz de protesta.
El 11.04.2006 se realizó un acto oficial en la basílica de Freiburg para despedir los restos mortales, fallecido diez días antes en la misma ciudad. El principal orador fue el actual ministro – presidente de Baden Würrtemberg, Günter Oettinger.

Oettinger, el pragmatismo conservador.

En el año en el cual Filbinger comenzaba su carrera política en la RFA, nacía el actual ministro-presidente de la segunda provincia más rica de Alemania. Como su antecesor en el cargo Oettinger estudio leyes y ejerció como abogado especializado en asuntos económicos.
En 1977 creo la sección local de la juventud demócrata cristiana de la localidad donde habitaba su familia.
Entre 1983 y 1989 fue elegido jefe provincial del partido demócrata-cristiano. En 1984 es elegido diputado provincial y en 1991 jefe de la fracción demócrata-cristiana del parlamento provincial.
Su ultimo antecesor en el cargo, Erwin Teufel, no simpatizaba mucho con Oettinger y a pesar de la influencia de este en la fracción del parlamento provincial, lo mantuvo siempre alejado de las decisiones trascendentales. Teufel representaba a la democracia cristiana más tradicional, un tanto pueblerina, asentada sobre los valores tradicionales de la Iglesia. La mejor descripción del estilo de Teufel es el dicho argentino: „Caballo de estatua: no va para atrás ni para adelante pero tampoco te c.....“.
Oettinger corporizaba a otra generación mucho más pragmática. Junto a otros dirigentes demócratas – cristianos de la misma edad forma parte de la llamada „Anden –Connection“ (*1). En cuestiones socio-económicas ese pragmatismo bordeaba el pensamiento neoconservador americano. Siempre se preocupo en mostrar un perfil modernizador, también como método para diferenciarse de Teufel.
A partir del 2004 Oettinger hizo publica su ambición de ocupar el puesto de ministro-presidente.
Erwin Teufel quiso impedir este ascenso y logro que Oettinger compitiera en una elección partidaria contra una candidata favorecida por él. Pero la mayoría de los militantes del partido eligió a Oettinger para encabezar las listas electorales de la CDU. Así fue elegido en 2005 para el cargo que actualmente ocupa.
En su discurso del 11 de abril pasado Oettinger afirmo: „En contra de lo que se ha podido leer en varias crónicas necrológicas quiero dejar claro: Hans Filbinger no fue un nacionalsocialista. Al contrario: fue un adversario del régimen nazi. Sin embargo no pudo escapar, como muchos otros millones, de sus obligaciones para con el régimen..... Debemos dejar en claro: no hay sentencias de Hans Filbinger, que le hayan costado la vida a otras personas. Y en las sentencias que se le echan en cara el no tenia el poder de decisión o de decidir libremente, como muchos afirman“.
Mucho se ha especulado sobre las razones que tuvo Oettinger para hacer estas afirmaciones.
Algunos observadores afirman que de esta manera el modernizador, que por ejemplo en algún momento afirmo que el lenguaje futuro seria el ingles y el uso del alemán se vería limitado al tiempo libre y a la familia, quiso congraciarse con los sectores más reaccionarios y conservadores de su partido.
Otros analistas afirman que Oettinger con su discurso quiso dejar en claro el pensamiento de su generación conservadora. Al realzar los meritos de Filbinger, Oettinger quiere atacar a la izquierda, que desde la revuelta estudiantil del 68 ha determinado culturalmente el debate sobre el pasado sombrío de este país. Los conservadores de su generación relativizan los errores y crímenes cometidos bajo el nazismo y quieren destacar el rol de estas personalidades en el resurgimiento alemán de la posguerra.

Las reacciones

Todo el espectro político desde los liberales hasta la izquierda salió a criticar duramente le discurso de Oettinger. El Comité Central de los Judíos en Alemania se sumo a la critica, resaltando en un comunicado que se habían obviado partes importantes de la vida de Filbinger en el discurso fúnebre..
Estas reacciones llevaron a que la primera ministro Angela Merkel tomara cartas en el asunto.
Especialmente critico que las frases empleadas por Oettinger no tuvieron en cuenta ni a las victimas del nazismo ni a sus familiares.
En la semana posterior a la ceremonia fúnebre Oettinger trato de tranquilizar las aguas afirmando, que quizás sus expresiones habían sido mal interpretadas, que el nunca había querido herir los sentimientos de las victimas del nazismo.
El pasado 16.04 Oettinger tenia pensado viajar a Roma para saludar al Cardenal Josef Ratzinger por su 80 cumpleaños (un comentarista satírico sugirió que quizás pediría la beatificación de Filbinger) . Al mediodía debió cambiar sus planes de vuelo y dirigirse a Berlín, adonde fue citado a concurrir a una reunión de la dirección ejecutiva nacional de su partido. Al abandonar la reunión, Oettinger visiblemente tensionado afirmo: „Me distancio de mis expresiones vertidas durante el funeral de Filbinger“.
Tanto o más problemáticas que las declaraciones de Oettinger han sido las reacciones de otros miembros de su partido.
Georg Brunnhuber, jefe de los diputados federales de Baden Württemberg dentro de la fracción de la CDU, comento las declaraciones de Oettinger de la siguiente manera: „...Fue una solido y bien formulado discurso funerario...Bien calculado y dirigido a la clientela conservadora. No hay que menospreciar la buena llegada que tuvo para las almas cristianas conservadoras. Para nuestros militantes Oettinger ha dado un gran paso... Ha abierto una puerta al futuro. Va a ser un grande de la política....La critica desmedida del Comité Central solo va a llevar a que la gente le dé la razón a Oettinger“.
Especialmente esta ultima oración levanto una nueva ola de protestas. Brunnhuber le advierte a los judíos que no se deben exceder en sus criticas a los políticos alemanes. Con respecto a este punto el escritor y periodista judío Ralph Giordano, que sobrevivió al Holocausto escondido en Hamburgo, decía en una entrevista: ...“Esa es la voz del conservadurismo aleman. Nunca se dignaron a analizar su rol en la época del nacionalsocialismo. Como puede ser que en Alemania alguien advierta a los judíos de que es mejor que callen para no provocar el antisemitismo ....Primero pensé:tengo que hacer mis valijas e irme.... Parece que no entienden que lo que fue ilegal en esa época, sigue siendo ilegal hoy“.
Joerg Schönbohm, ex-general de la Bundeswehr, ex-ministro del Interior del Estado de Brandenburgo y miembro de la dirección nacional de la CDU, critico a la primer ministro por la forma en la cual ella había criticado a Oettinger: „ Ella tendrá en el corto plazo el aplauso de muchos. Pero debería haber buscado encontrar una solución al problema junto a Oettinger y no condenarlo en publico. Al largo plazo el partido le pasara factura por esto“. Schönbohm es miembro del „Weikersheimer Kreis“.
El secretario general del Comité Central de los Judíos en Alemania, Stephan Krämer, definió las palabras de Brunnhuber como „antisemitismo puro”.Demando el cierre del centro de estudios del „Weikersheimer Kreis“. Para el vicepresidente de la misma organización se trata de una provocación contra los judíos en Alemania.

El pecado original del conservadurismo alemán es que salvo contadas excepciones acepto de buena manera el advenimiento del nazismo. Aun aquellos grupos conservadores que en 1944 conspiraron y atentaron contra Hitler, lo hicieron para salvar a Alemania de la derrota total y no para combatir la política del exterminio nazi.
Tras el final de la guerra este establishment conservador se hizo cargo del nuevo estado y lo formo según las reglas democráticas dictadas por las tropas de ocupación. Tuvieron que tolerar y aceptar que figuras antifascistas que se habían exiliado, regresaran y ocuparan lugares de dirección en el país. Pero en la segunda línea, y a veces en la primera, de la dirigencia política, económica e industrial se ubicaron aquellos que habían colaborado voluntariamente y con entusiasmo con el III. Reich.
Claro que bajo estas condiciones era prácticamente imposible una reflexión sobre el pasado. Recién a finales de los 60, la generación de los hijos de estos dirigentes empezó a cuestionar su rol bajo el nazismo. No fue una casualidad que en 1969 fuera elegido primer ministro el socialdemócrata Willy Brandt, que había pasado la II. Guerra Mundial en la resistencia antinazi y el exilio.
Los actuales lideres conservadores quieren relativizar los errores cometidos bajo el nazismo, resaltando los aciertos de la reconstrucción de la posguerra. Pero parecen olvidar que no se puede hacer lo uno, obviando lo otro.
Especialmente problemático es que para ello, utilizan los discursos, que hasta hace pocos años atrás solamente eran escuchados en las reuniones de la extrema derecha en las salas traseras de las cervecerías de pueblo. Hoy ese discurso se expande en las recepciones oficiales
El intento de limpiar la biografía de Filbinger, un hombre que nunca se distancio ni un centímetro de sus actitudes durante el nazismo y además después apoyo los intentos de contactar a la extrema derecha con la democracia cristiana, estaba destinado a fracasar desde un principio. Que de todas maneras esto haya sido intentado, demuestra que la derecha alemana, todavía tiene grandes problemas para aceptar y reflexionar sobre su pasado reciente.

Roberto Frankenthal


(*1) Durante un extenso viaje por Súdamerica en los 90, varios dirigentes demócratas –cristianos se comprometieron a apoyarse mutuamente en su carrera política.

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